En esta ocasión presentamos al renombrado científico climatólogo australiano David Karoly. Él es profesor de Meteorología en la Escuela de Ciencias de la Tierra, de la Universidad de Melbourne, Australia, y miembro de la Federación del Concejo de Investigación Australiano especializado en los campos de cambio climático por efecto invernadero, reducción del ozono y variaciones climáticas asociadas con la Oscilación del Sur-El Niño.
Reconocido a nivel internacional como experto en calentamiento global, él es miembro del
Grupo Intergubernamental de Expertos de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y principal Autor Co-coordinador del Tercer Reporte de Evaluación 2001 del Grupo y uno de los autores principales del Cuarto reporte de evaluación 2007 del Grupo así como editor crítico.
En esta ocasión les presentamos sus reflexiones sobre los devastadores efectos del cambio climático en Australia y el resto del planeta.
En estos veranos del 2007, 2008 y 2009 hubo menos hielo marino en el Ártico que cualquier otro año. También hemos visto un aumento en el deshielo de la capa de hielo en
Groenlandia. Así que lo que hemos visto es un aumento en el deshielo y un aumento en la reducción de los glaciares. O sea que el hielo se desliza más rápido hacia el mar. Lo que eso significa potencialmente es la desestabilización de la enorme Capa de Hielo de Groenlandia y un derretimiento mucho más rápido de esa capa, lo que a su vez contribuirá a elevar más rápido el nivel del mar.
También estamos viendo que en terrenos de latitudes altas del Hemisferio Norte se están deshielando áreas de permafrost, cercanas a la superficie del suelo que está permanentemente congelado y que antes en realidad no se deshielaban durante el verano.
Y lo que hemos descubierto es que esas áreas de suelo congelado están en realidad derritiéndose por primera vez en la historia registrada. Eso está desestabilizando edificios y también está causando otra reacción amplificadora porque en este suelo congelado están atrapadas enormes cantidades de materiales, esencialmente de vegetación y metano, que están atrapados bajo el suelo.
Cuando se derriten esas áreas de suelo congelado el metano se libera y eso también aumenta el ritmo del calentamiento global porque el metano es un gas de efecto invernadero muy efectivo, mucho más efectivo por kilogramo de metano que el dióxido de carbono.
Así que liberar metano mediante el deshielo del permafrost es otro factor que aumenta el ritmo de cambio climático.
El impacto peligroso del calentamiento global en Australia se está volviendo cada vez más evidente con cada año que pasa.
Aquí en Australia hemos experimentado reducciones masivas en la lluvia al sureste y al suroeste, lo cual está teniendo consecuencias en la agricultura.
Al mismo tiempo, el país está atravesando olas de calor cada vez más intensas y frecuentes.
En este invierno, en agosto, tuvimos una gran ola de calor, no en esta misma área sino en una parte diferente de Australia, en Queensland y en Nueva Gales del Sur, y entonces otra vez experimentamos temperaturas récord, pero no fue sólo un récord en 30 ó en 50 años, sino que fue un récord sobre todos los datos de observación de más de 100 años y lo extraordinario de esto, lo que realmente me sorprendió, como a muchos otros científicos climáticos, fue que normalmente la época más caliente del año en la mayoría de partes del mundo es en verano.
El verano en Australia es en enero y febrero. Lo sorprendente es que hubo un número de ciudades y pueblos que tuvieron su día más caliente del año durante esta ola de calor en agosto, más caliente que cualquier momento de enero y febrero, que es la época normal más caliente del año.
Así que tener el día más caliente del año en medio del invierno es realmente inusual, es impensable en muchas en estas áreas.
Además de repetidas olas de calor, las sequías también están perturbando muchas partes de Australia, causando incendios forestales extremadamente destructivos.
La combinación del aumento en la temperatura, las olas de calor y la reducción de las lluvias han causado grandes problemas con aumento en la frecuencia e intensidad de los incendios forestales. Así, la región de Victoria tuvo su peor incendio en febrero del año pasado y hay una clara señal de cambio climático que hace a estos incendios aún peores.
Cerca de 170 personas murieron en esos incendios.
Debido al calentamiento global, el tesoro nacional de Australia, que es la Gran Barrera de
Coral, el arrecife más grande del mundo y hogar de más de 1,500 especies de peces y 400 especies de coral, está enfrentando amenazas sin precedentes.
La Gran Barrera de Coral es un sistema masivo de arrecife de coral en la costa oriental de Australia, en la parte noreste de Australia, de más de 1,000 kilómetros de largo, que ha estado experimentando un daño importante llamado “blanqueamiento de coral,” mediante el que los colores en el coral, asociados con las relaciones simbióticas entre los pólipos de coral y pequeños zooxanthellae, están siendo afectados por el aumento de las temperaturas, así como afectados por cambios en la acidez del agua debido al aumento del dióxido de carbono disuelto.
Así que el aumento en las temperaturas y el aumento de cantidades de dióxido de carbono disuelto está poniendo una carga extra sobre los arrecifes de coral. Eso está causando que los corales se blanqueen a una frecuencia cada vez mayor y algunos de los corales ya están muriendo.
El profesor Karoly recientemente participó en la conferencia internacional denominada
“Más allá de los 4 grados” que se realizó en la Universidad de Oxford, del Reino Unido, en la que se examinó las previsibles consecuencias para el planeta y para la humanidad, si el promedio de la temperatura global aumentara en cuatro grados Celsius (o centígrados).
Las conclusiones de la conferencia fueron que, incluso si hay reducciones sustanciales de las emisiones de gases de efecto invernadero, es de esperar cuatro grados de calentamiento probable como un cálculo razonable de rango medio, así que realmente tenemos que trabajar mucho para reducir bastante las emisiones de gases de efecto invernadero, si queremos reducir el daño asociado con el calentamiento y con los cambios en los patrones de lluvia y mantener el calentamiento en las temperaturas medias globales a solamente dos grados, que es la meta que ha sido establecida por la Unión Europea.
Actualmente, la atmósfera de la Tierra contiene cerca de 380 partes por millón de dióxido de carbono, que es considerada una cantidad suficiente para causar un aumento de dos grados en la temperatura global. Sin embargo, el panorama cambia cuando otros gases de efecto invernadero se suman.
Ya hemos excedido la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. El dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero darían una probabilidad de 50/50 de exceder los dos grados de calentamiento.
Así que eso significa que ya tenemos suficientes gases de efecto invernadero en la atmósfera para pasar más de dos grados de calentamiento. Tenemos que reducir las emisiones rápidamente si queremos minimizar el riesgo de ir más allá de los dos grados.
Un mundo con cuatro grados más de calentamiento es un mundo con muy pocos fríos extremos pero con aumentos dramáticos en la frecuencia de olas de calor, aumentos dramáticos en la frecuencia de incendios forestales, no sólo en Australia, sino también en Atenas, o en áreas alrededor del Mediterráneo, aumento de incendios forestales en California, aumento de incendios en mucho de lo que llamamos “Clima mediterráneo” y en aquellas áreas donde ya están ocurriendo.
También veremos cambios importantes en los patrones de lluvias, con disminución de la lluvia en muchas de las áreas ya secas, pero desafortunadamente habrá aumentos de las lluvias en muchas de las áreas ya húmedas y eso puede llevar al aumento de las inundaciones.
También vemos mayores reducciones en el hielo marino, derretimiento del permafrost en latitudes altas, y reducción de la masa de hielo de los glaciares.
Con cuatro grados más de calentamiento es de esperar que el nivel del mar aumente al menos de 10 a 20 metros.
La última vez que el sistema de clima global estuvo cuatro grados más caliente tuvimos más de 25 metros de aumento en el nivel de mar.
El metano que procede de la cría intensiva de animales es particularmente importante, porque el metano es más efectivo, kilogramo por kilogramo, en calentar el sistema climático comparado con el dióxido de carbono.
Si sólo estamos hablando de una escala de tiempo de 20 años, el metano es 70 veces más poderoso como agente calentador que la misma cantidad de dióxido de carbono.
Así que si queremos bajar el calentamiento global, lo más efectivo por hacer en una escala de 20 años, es reducir las emisiones de metano hacia la atmósfera, y el principal contribuyente de metano es la cría intensiva de animales en términos de emisiones de metano.
La agricultura orgánica puede ser muy efectiva porque lo que está haciendo es no usar energía ni químicos para producir fertilizantes.
Está usando los fertilizantes naturales y eso significa que, ante todo, usa menos energía; segundo, es capaz de almacenar más carbono en los suelos y entonces actúa como una forma de utilizar los cambios en la práctica agrícola para captar el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en los suelos.
Sabemos que por miles de millones de años sobre la Tierra, la fotosíntesis ha tomado el dióxido de carbono de la atmósfera y lo ha puesto en las plantas y en el suelo.
Sabemos que es un mecanismo muy efectivo para captar el dióxido de carbono de la atmósfera y ponerlo en las plantas y en el suelo. Y entonces lo que deberíamos tratar de hacer es usar ese mecanismo bien probado, no nuevas tecnologías, sino la tecnología que ha existido por más de mil millones de años, para capturar el dióxido de carbono y almacenarlo en el suelo.
Tenemos que comenzar de nuevo la repoblación de árboles, tenemos que cambiar nuestras prácticas agrícolas para que tengamos mucho menos dióxido de carbono y metano emitido de la agricultura, y así podamos en realidad cambiar nuestras prácticas para que la agricultura pueda ser usada para almacenar el dióxido de carbono bajo tierra y ya sabemos cómo hacerlo.
Si el mundo pronto acepta la agricultura vegana orgánica y la dieta vegana orgánica podemos rápidamente devolverle a la Tierra el equilibrio, porque la fuente de la mayoría de emisiones de gas de efecto invernadero, que son los productos animales, ya no serán consumidos.
Para más información sobre el profesor David Karoly, por favor visite:
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