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viernes, 29 de octubre de 2010

Rudolf Steiner y el mal de las vacas locas

Amigos del programa Ciencia y Ecología, queremos compartir con ustedes una información que tomamos de una web amiga donde recuerda un pronóstico que se hiciera en 1923 por el estudioso Rudolf Steiner. En aquel entonces Steiner alerta que el cambio de la dieta de los animales podría originar desórdenes terribles.

“Si podemos experimentar con alimentar todo un rebaño de bueyes dándoles de repente palomas, obtendríamos un rebaño de bueyes completamente locos. Eso es lo que pasaría. A pesar de la dulzura de las palomas, los bueyes se volverían locos...", sentencia.

EL 13 DE ENERO DE 1923, RUDOLF STEINER PRONOSTICÓ SOBRE LAS VACAS LOCAS

Tomado de la Revista Natural, fecha del artículo 1/6/2001 / fecha de alta en Natural 3/12/2003

La agricultura biodinámica surgió a partir de ocho conferencias dictadas por Rudolf Steiner en 1924, en Koberwizt, Silesia. El término "Biodinámico" fue acuñado por las personas que asistieron a las conferencias y que procedieron a poner en marcha el contenido de las mismas.

El "Curso de Agricultura" como se le conoce usualmente, fue impartido a varios agricultores prácticos y experimentados, algunos de los cuales habían advertido años atrás una creciente degeneración de semillas y plantas, estos se dirigieron a Rudolf Steiner en pos de consejo. ¿Qué debía hacerse para terminar con éste fenómeno que afectaba progresivamente a la calidad de las semillas y del alimento?, fue la pregunta que le formularon.

Lo que dijo Rudolf Steiner en esas ocho conferencias fue la respuesta a ésta y otras preguntas planteadas y es el pilar sobre el que se fundamenta el método de cultivo biológico dinámico, cuya finalidad es restaurar, mantener y aumentar la vitalidad y la fertilidad de la Tierra, y al hacerlo así producir alimentos de valor nutritivo más elevado, para suscitar una intuición cada vez más refinada en quienes de ellos se alimentan.

A continuación un fragmento de otra conferencia de Rudolf Steiner dada el 13 de enero de 1923 en Dornach, (Suiza). Nuestra intención es arrojar un poco de luz sobre el denominado "mal de las vacas locas".

RUDOLF STEINER, explica:

"...Bien saben ustedes que existen animales que se comportan como vegetarianos sin tacha. Ciertos animales no comen carne. Tomemos el ejemplo de nuestras vacas, que no comen carne. Los caballos tampoco tienen avidez por la carne, sólo comen vegetales.

Así pues, hay que darse cuenta de que el animal no se conforma con engullir el alimento, sino que también se desembaraza permanentemente de lo que se halla en su cuerpo. Ustedes saben, por ejemplo, que los pájaros mudan sus plumas. Pierden su plumaje y lo tienen que sustituir por nuevas plumas. Saben que los ciervos pierden sus cuernos. Ustedes mismos, después de cortarse las uñas comprueban que crecen. Pero lo que aparece en estos casos de modo tan visible, ¡se desarrolla de forma constante!

Eliminamos continuamente nuestra piel. Ya lo he comentado antes. Y en el espacio de siete u ocho años hemos eliminado todo nuestro cuerpo, lo hemos sustituido por un cuerpo nuevo. En los animales ocurre lo mismo.

Detengámonos un poco en una vaca o un buey: algunos años más tarde, la carne que está en él ha cambiado completamente. En el ser humano la situación es un poco diferente respecto a la del buey: la regeneración es más rápida en el buey. Por tanto su carne está regenerada. ¿Pero qué hay en el origen de esta carne? Eso es lo que deben ustedes preguntar. En su origen hay materias vegetales puras. El mismo bóvido produce su carne a partir de materias vegetales. Esto es lo más importante de lo que hay que darse cuenta. Por tanto el cuerpo animal es capaz de transformar los vegetales en carne. Ustedes pueden cocer una col tanto tiempo como quieran, pero no obtendrán carne. Poniendo la col en la sartén o en la cazuela, no se transformará en carne más de lo que lo hará un pastel.

Por tanto no hay técnica que permita esta transformación. En resumen, lo que no puede hacer la técnica, se hace en el cuerpo del animal. En el cuerpo del animal simplemente se produce carne. Pero las fuerzas necesarias para esta operación deben hallarse previamente en el cuerpo. Entre todas las fuerzas de la técnica  de que disponemos, no están las que permiten transformar los vegetales en carne. No las tenemos. Por tanto nuestro cuerpo y el cuerpo del animal contienen las fuerzas capaces de transformar las sustancias vegetales, los materiales vegetales, en materiales cárnicos.

Vean una planta. Se halla en un campo o en un prado. Hasta ahora las fuerzas han actuado, han hecho crecer las hojas verdes, las bayas, etc. Supongan que una vaca come esta planta. Una vaca o un buey que la coma la transformará en carne. Esto significa que el buey posee las fuerzas que le permiten transformar la planta en carne.

Imaginen que al buey le entran ganas de decir: "Ya he paseado bastante y de no hacer sino arrancar estas hierbas. Otro animal lo podría hacer por mí. ¡Me voy a comer a este animal!" Y el buey se pone a comer carne. ¡Sin embargo es capaz de fabricar por sí mismo carne! Él dispone de las fuerzas que se lo permiten.

¿Qué pasaría si en vez de vegetales el buey se pusiera a comer carne? Pues que todas las fuerzas que podrían producir la carne en él se hallarían ociosas. Tomen cualquier fábrica que produzca cualquier cosa y supongan que no produce nada, pero que ponen toda la fábrica en marcha. Imaginen el despilfarro de fuerzas que podría haber. Se desperdiciaría una fuerza considerable. Pues bien, la fuerza que se despilfarra en el cuerpo del animal no se puede disipar así como así. Al buey le desborda esta fuerza, ella hace en él otra cosa que transformar en materiales cárnicos los materiales vegetales. Esta fuerza motora, está ahí, pero actúa de otro modo en él. Y lo que hace en él produce todo tipo de desechos. En vez de carne, fabricaría sustancias perjudiciales. El buey se llenaría de todo tipo de materiales perjudiciales fabricados, si se convirtiera repentinamente en carnívoro. Se llenaría particularmente de ácido úrico y urato.

El urato tiene costumbres particulares: debilidad por el sistema nervioso y el cerebro. Si el buey comiese directamente carne, resultaría una secreción de urato en cantidad enorme, el urato iría al cerebro y el buey enloquecería. Si podemos experimentar con alimentar todo un rebaño de bueyes dándoles de repente palomas, obtendríamos un rebaño de bueyes completamente locos. Eso es lo que pasaría. A pesar de la dulzura de las palomas, los bueyes se volverían locos..."

Desde nuestro punto de vista, los científicos no están enfocando el problema correctamente y por lo tanto las medidas adoptadas no son las más apropiadas para la solución de este grave problema.

La raíz del problema reside en que se está aplicando una alimentación incorrecta al introducir carne en la dieta de un animal absolutamente vegetariano. La solución pasa por el abandono definitivo de la utilización de harinas de origen animal para el engorde del ganado, tanto si están supuestamente contaminadas como si no lo están.

Pero la administración, a tenor de las medidas adoptadas, parece no compartir este criterio, ya que pretende la destrucción de las harinas almacenadas actualmente, para dentro de seis meses o un año volver a introducir los residuos de los mataderos de nuevo en la cadena alimentaria. Desde nuestro punto de vista esta medida es un parche que no solucionará el problema ni a corto ni a largo plazo.

Otra de las medidas adoptadas es el sacrificio de todas las vacas de más de treinta meses, sin distinción del tipo de alimentación que se les haya proporcionado hasta ahora. En la agricultura ecológica, y menos aún en la biodinámica, no estamos de acuerdo con esta medida, ya que nuestras vacas no sólo no están enfermas, sino que no lo pueden estar nunca por esta causa, puesto que para la alimentación del ganado nunca se han usado otros piensos que no sean los procedentes de la agricultura ecológica, los cuales no sólo no contienen harinas de origen animal, sino que, además, las plantas de las que se alimentan los animales no pueden haber sido abonadas ni tratadas con ningún producto químico de origen sintético. Esta forma de agricultura cumple las normas del CRAE (Consejo Regulador Agricultura Ecológica) de cada comunidad autónoma y se somete a sus controles periódicos.

Una solución posible para dar salida a los residuos de los mataderos, tanto los que ya se han transformado en harinas como los que se sigan produciendo en el futuro, sería su transformación en abonos mediante un correcto proceso de compostaje, el cual ha de durar al menos seis meses. Después de este tiempo los elementos patógenos han sido destruidos completamente y los materiales orgánicos complejos, no asimilables directamente por las plantas, se han transformado en sustancias más simples y útiles para las plantas.

Sabemos que muchos científicos dirán que esta solución es una barbaridad, ya que los agentes patógenos pueden ser absorbidos por las plantas y de ahí pasar de nuevo a los animales y a las personas, pero nosotros sabemos que no es un agente en particular el que causa la enfermedad de la Encefalopatía Bobina Espongiforme (EBS) sino que es el resultado de una alimentación antinatural practicada durante muchos años, e insistimos que la única solución pasa por volver a la alimentación exclusivamente vegetal y ecológica de los animales; mas si después de la transformación en abonos de los residuos de los mataderos se sigue sospechando que los riesgos para la salud humana y animal son altos, el compost obtenido se podría utilizar para el abonado de bosques y zonas ajardinadas, en las que no se cultiven hortalizas para el consumo humano ni pasten los animales; no obstante, seguimos pensando que una hortaliza presenta menos riesgo para la salud abonando, con este compost, siempre que se haga correctamente, que cualquiera de las hortalizas que a diario llegan a nuestra mesa, procedentes del cultivo convencional, las cuales han sido abonadas con productos sintéticos y tratadas con todo tipo de pesticidas peligrosos para la salud y altamente contaminantes del medio natural.

En la agricultura ecológica sólo se usan abonos de origen orgánico y, a excepción del abono verde a base de leguminosas que se incorpora directamente al terreno, el resto de los materiales orgánicos siempre pasan por un proceso de compostaje en un montón después de lo cual se han convertido en el mejor abono que se conoce, sin efectos secundarios contaminantes, perfectamente asimilable por las plantas, de larga duración en sus efectos, que mejora la calidad y la estructura básica del terreno, el cual retiene mejor la humedad, mejora la calidad y el sabor de los alimentos, etc.

Básicamente, los componentes de este abono son el estiércol de los animales de la granja y el resto de las cosechas como la paja y las hojas. Pero, para mejorar la calidad de este abono, se le puede añadir, antes de que comience el proceso de fermentación, sangre en polvo, huesos molidos, cuernos, pelo y pezuñas trituradas y otros residuos de los mataderos, para enriquecer el terreno en nitrógeno, fósforo, calcio y otras sustancias como los oligoelementos, necesarios para un correcto crecimiento de las plantas, pero de origen completamente orgánico y no químico como viene haciendo la agricultura convencional.
Donde nunca deberían ir los residuos de los mataderos es directamente a la alimentación de los animales (no incluimos aquí a los naturalmente carnívoros como es el caso de perros y gatos), ya que nos saltaríamos tres pasos intermedios fundamentales si queremos que esa materia orgánica no se desperdicie en una incineradora, a saber: una primera transformación en el montón de compost durante seis a nueve meses; una segunda digestión que realiza la tierra tras el abonado, a través de las bacterias, lombrices y otros microorganismos del suelo, el tercer paso es la absorción por parte de las plantas de los materiales orgánicos previamente digeridos y su transformación por las fuerzas dinámicas de la luz y del calor en sustancias nutritivas apropiadas para la alimentación de los animales y de las personas.

Así se hizo siempre en la agricultura tradicional. Durante siglos, un sano instinto ha guiado a los hombres en su actuar para con la naturaleza. En nuestros tiempos modernos parece que ese modo instintivo de actuar ha llegado a su fin. Ahora hemos de ser conscientes de nuestras acciones hasta sus últimas consecuencias.

En la agricultura biodinámica sabemos que los problemas no son causados por unos agentes concretos (virus, bacterias, hongos, insectos, etc.) que en un momento dado y sin razón aparente deciden hacerle la vida imposible al agricultor o al ganadero. Sabemos que la acción de estos agentes se desencadena como resultado de un "proceso" mal dirigido por la mano del hombre.

No sirve de nada tratar de combatir los supuestos agentes patógenos, con venenos cada vez más potentes y contaminantes, ya que estos  acaban por hacerse resistentes o surgen otros en su lugar aún más destructivos. La solución real y duradera será siempre una intervención en los procesos, los cuales se deben orientar en armonía con las leyes de la naturaleza.

Uno de los procesos incorrectos y tal vez el más nefasto para la agricultura moderna, es el divorcio entre la agricultura y la ganadería. La especialización en uno u otro aspecto es la causa de muchos otros graves problemas. Los ganaderos intensivos no saben qué hacer con el estiércol y los purines, éstos han pasado de ser la base para elaborar el mejor abono (compost) a ser un quebradero de cabeza y uno de los mayores contaminantes de las aguas. Por otra parte, los agricultores cada vez tienen menos animales y, en vez de elaborar compost (lo que les resulta muy laborioso), prefieren comprar abonos químicos de elaboración sintética, más cómodos para ellos, aunque luego sea una de las causas de las muchas plagas que sufren y de la falta de calidad y de valor nutritivo de los alimentos que se producen, además de ser otra de las fuentes de contaminación de las aguas subterráneas.

Hay que recuperar el concepto de granja integral o ecológica, en la que las cosas (los procesos) ocurren como en un pequeño ecosistema integrado en el gran ecosistema de la Tierra (en la agricultura biodinámica no lo hemos olvidado y agricultura y ganadería se unen equilibradamente). Nada sobra y son pocas las cosas que faltan. Si se incorpora algo del exterior, se hace respetando las leyes de la naturaleza.

Es evidente que la mejor forma de poner esto en práctica será siempre en pequeñas granjas familiares, es decir, todo lo contrario a lo que desde hace décadas vienen favoreciendo una tras otra, todas las administraciones públicas, las cuales están al servicio y a las órdenes de las grandes multinacionales, bien financiando el abandono de las explotaciones (arranque de viñedos, olivos, abandono de la producción láctea, etc.) bien poniendo múltiples trabas administrativas al legislar con un claro favoritismo hacia estas multinacionales (véase el actual caso en el que se considera legal el uso de los prefijos Bio y Eco por parte de marcas de multinacionales cuyos productos no son ecológicos).

Otro grave peligro nos acecha, como consecuencia indirecta del mal de las vacas locas, no lo quisiera pasar por alto, aunque pueda parecer una fantasía de una mente que exagera y sufre delirios, imaginando complots a nivel internacional. Hace unos días alguien me hacía esta reflexión: ¿es justificado que la aparición de unos cuantos casos de vacas locas haya causado tal revuelo en nuestro país, cuando es sabido desde hace ya muchos años que para el engorde de vacas, cerdos, ovejas, pollos, peces, etc., se vienen cometiendo desde hace muchos años todo tipo de aberraciones? ¿por qué ahora surge con tanto ímpetu? ¿por qué no se han tomado antes las medidas de precaución necesarias?

Se nos dice que las harinas de origen animal tendrán que ser sustituidas por soja y girasol. Eso es muy bueno para el agricultor, pues es posible que suba el precio de estos productos y, por tanto será rentable sembrar soja; pero ¿qué clase de soja? ¿no habrá detrás de todo este follón que se ha montado un plan maquiavélico con la mala intención de introducir el cultivo de soja transgénica con todas las bendiciones desde la administración y con la mínima oposición por parte de agricultores y ecologistas?

Conociendo como conocemos la actuación de las grandes corporaciones multinacionales, no sería de extrañar que hubieran urdido semejante plan, pues peores cosas han hecho. Su acción impersonalizada se produce desde el anonimato, con presiones soterradas y con una ambición desmedida carente de ética y de humanidad para con las personas que puedan ser afectadas por sus acciones. No obstante, tienen la inteligencia y los medios a su alcance para hacerse pasar por los más bondadosos benefactores de la humanidad.

Aún suponiendo que esto no tenga ni el más mínimo atisbo de realidad, no queremos dejar de poner en alerta a los agricultores sobre los posibles efectos "secundarios" de la actual crisis, cuyas consecuencias además de imprevisibles, pueden ser incalculables, dada la dimensión internacional del problema.

Una vez más queremos reivindicar el valor nutritivo y la calidad de la carne producida en las granjas biológicas y biodinámicas, y pedimos a la administración que reconsidere las medidas tomadas, ya que para un agricultor ecológico, con su ganadería extensiva suponen un grave obstáculo, cuando ellos no han sido los causantes de este problema. Esto no es igual para las explotaciones intensivas de 1.000 o 3.000 animales y que además son las causantes del problema, ya que han sido ellos los que han alimentado a los animales con harinas cárnicas.

Si el CRAE le concede a un agricultor el sello con su número de registro que garantiza que éste cumple con las normas que exige la agricultura ecológica, el Consejo Regulador certifica que esos animales no han sido alimentados con harinas cárnicas, entre otras muchas cosas, y por lo tanto estos animales están exentos de riesgo, tengan 20, 30 o 60 meses. Entonces ¿por qué se les da el mismo trato que a los ganaderos de la agricultura convencional cuando periódicamente se someten a una inspección en la que pueden perder este certificado si no cumplen con las normas?

Esperemos que si algo positivo se puede esperar de esta crisis, sea un mayor apoyo y una firme apuesta de las administraciones públicas actuales y futuras, hacia la agricultura ecológica, pero real en la práctica, no para atraer votos y mejorar su imagen. Por el momento ha servido para que productores y consumidores tomen conciencia de la situación, ¿vamos a actuar en consecuencia, poniendo remedio a las verdaderas causas del problema, o vamos a actuar como en otras ocasiones olvidándonos del asunto cuando pasen unos meses y los medios de comunicación hayan agotado nuestra capacidad de receptividad, para volver a realizar las mismas prácticas antinaturales?

En nuestras manos está la solución, porque de todos y cada uno de nosotros es una parte de responsabilidad ya seamos productores, consumidores, intermediarios, o lo que sea. Muchos se harán el loco, dirán ¿y qué puedo hacer yo?, otros dirán: prefiero no pensarlo, porque si no, no comerías nada, está todo igual, así que para que me voy a agobiar con estas cosas y otras peores.

Cuando uno sabe, tiene una responsabilidad que no tenía cuando era ignorante, y quiero pensar que mucho de lo que ha sucedido ha sido por ignorancia, aunque aveces tengo mis dudas. ¡Ahora todos sabemos que no todo vale! Continuar con las mismas prácticas sería cuanto menos de irresponsables, o lo que sería aún peor actuar de mala fé.

Pablo San Miguel
Miembro de la Asoc. de Agricultura Biodinámica de España

martes, 26 de octubre de 2010

COMER LO CORRECTO PARA SOBREVIVIR AL CÁNCER

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Cada año más de 12 millones de personas, en todo el mundo, son diagnosticadas con cáncer y 7.6 millones sucumben a esa enfermedad. Se calcula que las cifras continuarán amentando con un estimado de 12 millones de muertes en el  año 2030.

Compartimos la exposición sobre el cáncer del destacado investigador en nutrición y autor Dr. Neal Barnard, Doctor en Medicina,  que es un acompañante del libro “Guía Para Sobrevivir al Cáncer” escrito por el Dr. Barnard y la nutricionista Jennifer Reilly. Esto fue transmitió en el canal de Supreme Master Television, el pasado, 21 de junio del 2010.

CRÉDITOS
El Dr. Neal Barnard es el presidente del Proyecto del Cáncer, una organización sin fines de lucro de EEUU que avanza en la prevención y supervivencia al cáncer por medio de la educación en nutrición y mediante la investigación. Desde su fundación en el año 2004 esta organización denominada Proyecto del Cáncer se ha esforzado en promover la dieta vegana como respuesta al cáncer.

El Proyecto del Cáncer es una filial del Comité de Médicos para una Medicina Responsable, un grupo creado por el Dr. Barnard en 1985 compuesto de médicos y de ciudadanos interesados en los EEUU que desean mejorar la salud pública. El  Comité también participa activamente en la sensibilización de los beneficios de una dieta de origen vegetal a través de proyectos tales como el programa de 21 días “Vegan Kickstart” y busca modificar las directrices federales  sobre nutrición.

El Dr. Barnard ha servido como investigador principal en muchos estudios clínicos analizando relaciones entre la dieta y la salud y su trabajo ha sido publicado en las principales revistas científicas y médicas. A menudo se le entrevista en los medios de comunicación nacionales de EEUU por sus perspectivas sobre cuestiones importantes en nutrición, salud y medicina. Ahora tenemos el placer de mostrarles un segmento de “Cómo los Alimentos Combaten al Cáncer”, que es un capítulo de uno de los 2 DVDs “Comer Bien Para Sobrevivir al Cáncer”.

EXPOSICIÓN DEL Dr. Neal Barnard: 

Bienvenidos. Gracias por estar con nosotros. En el programa de hoy vamos a partir de cero sobre cómo la nutrición afecta no sólo nuestro riesgo de contraer cáncer o nos ayuda a estar libres de cáncer, sino también, si es que ya tenemos esta condición (cáncer), cómo podemos utilizar la nutrición para una supervivencia mejor. Ahora bien, tengo dos puntos antes de empezar. 

El primero es: vamos a dejar de lado la culpa.  Si tienes cualquier tipo de estado de salud grave, hay una tendencia natural a pensar “¿Qué causó esto? ¿Causé yo esto? ¿O es que alguien más lo causó?” Bien, entiendo esto pero por ahora vamos a dejarlo de lado.

Y el segundo punto es: trabaja con tu médico o con quien cuide de tu salud. Toda la información que estás a punto de recibir está diseñada para ser utilizada además de las pruebas o tratamientos que tu médico pueda prescribir, pero no en lugar de ellos.
Bien, vamos a comenzar.

En primer lugar ¿qué es el cáncer? El cáncer comienza en el interior de una célula. Dentro del núcleo está el DNA. Ese es el programa que hace que cada célula sea lo que es y que hace que tú seas lo que eres. Pero el DNA puede dañarse fácilmente y cuando se daña, en lugar de que esta célula se quede donde está, realizando su tarea normal, comienza a multiplicarse fuera de control. Es como una mala hierba que envía raíces al jardín de flores transtornando a las otras plantas y un poco de ella puede desprenderse, entrar en el torrente sanguíneo y propagarse por otro lugar en el cuerpo donde hace lo mismo, extendiéndose y dañando a otros tejidos. Eso es lo que es el cáncer.

Pero hay ciertas cosas que lo empeoran y  ciertas cosas que pueden ayudar a mejorarlo. En la categoría de lo peor están las hormonas. Si una mujer tiene cáncer de mama, las hormonas sexuales femeninas (estrógenos) tienden a impulsar el crecimiento del cáncer y a hacer más probable no sólo que ocurra en un primer lugar sino probablemente que se extienda a otros lugares. Si un hombre tiene cáncer de próstata, la hormona sexual masculina, la testosterona, hace exactamente la misma cosa; impulsa su crecimiento e impulsa su propagación. Ahora bien, los primeros indicios de que el cáncer tuvo algo que ver con la dieta vinieron de la comparación entre diferentes países. Si se compara el Japón con los Estados Unidos, por ejemplo, una mujer japonesa es mucho menos probable que desarrolle cáncer comparada con una mujer americana. Y si ella contrae cáncer es mucho más probable que sobreviva. 

¿Por qué es esto? Bueno, la primera teoría fue que las mujeres japonesas son delgadas. Y esto es importante porque la grasa corporal realmente actúa como una fábrica de hacer estrógenos. Cuanta más grasa tienes, más estrógenos se producen uno tras otro, quiero decir las hormonas sexuales femeninas en el torrente sanguíneo. Y a medida que circulan por la sangre buscan esta célula cancerosa y actúan como un fertilizante sobre las malas hierbas. Las hacen  crecer, las hacen esparcirse; hacen que la enfermedad sea mucho más agresiva. Bueno, eso es parte de este asunto.

La dieta juega un papel, incluso si una mujer no pesa mucho. Y si una mujer hace una dieta que es alta en grasas y muy baja en fibras… ¿Ya saben de lo que estoy hablando cuando digo fibra? Quiero decir fibra vegetal. Este tipo de dieta también aumenta la cantidad de estrógeno en su sangre, es decir la cantidad de fertilizante sobre las malas hierbas. Bueno ¿cómo sucede esto? Los investigadores aprendieron hace tiempo que si una mujer hace una dieta que tiene mucha grasa y poca fibra, la cantidad de estrógeno en su torrente sanguíneo sube en sólo un par de semanas. Es sensiblemente más elevado de lo que era antes. Parte de la razón de esto es que la fibra ayuda a tu cuerpo a librarse de los estrógenos adicionales.

Imagina esto: tu hígado está filtrando tu sangre cada minuto de cada día y está buscando cosas que no pertenecen allí. Y encontrará estrógeno extra que está en la sangre y el hígado lo saca, lo envía hacia abajo a través de un pequeño tubo llamado el conducto biliar hacia el tracto intestinal y  lo saca fuera del cuerpo con las heces. Así que el hígado está filtrando la sangre, oye un estrógeno y le dice “No creo que te necesite nunca más, vamos a deshacernos de ti.” Lo saca  fuera, lo hace bajar por el conducto biliar al tracto intestinal y se va afuera. Buen sistema.

El único problema es que depende de una cosa: depende de la fibra. Si comes mucha cantidad de fibra, me refiero a las verduras, frutas, frijoles, granos integrales, entonces estos pocos estrógenos que encuentra el hígado, que son llevados por el conducto biliar al tracto intestinal se engancharon aquí a la fibra y la fibra es la que se los llevó fuera del cuerpo. Pero digamos que mi almuerzo fue leche desnatada, yogurt, pechuga de pollo ¿Cuánta fibra hay en estos alimentos? Bueno, estos alimentos no son vegetales, no tienen residuos vegetales. No hay fibras en ninguno de estos alimentos. No hay fibra en nada de un animal.

¿Entones qué sucede? El hígado filtra la sangre, encuentra al estrógeno, lo manda por el conducto biliar al tracto intestinal. ¿Dónde está mi fibra? ¿Dónde está mi fibra? ¡No hay fibra!  ¿Entonces qué pasa? El estrógeno regresa al torrente sanguíneo, es reabsorbido de nuevo. Y circula por el cuerpo y luego llega de nuevo al hígado y el hígado dice “¿Qué estás haciendo aquí?” Y el hígado realmente elimina al estrógeno de nuevo, lo envía por el conducto biliar al tracto intestinal; buscando fibra, no hay ninguna fibra ¡y el estrógeno es reabsorbido nuevamente! Y este estrógeno hace este círculo que llamamos circulación entero-hepática. “Entero” significa tracto intestinal; “hepático” significa hígado, como hepatitis. Y esto funciona no sólo para el estrógeno sino también para la testosterona.

Un hombre que está en alto riesgo de  cáncer  de próstata, si puede librarse de la testosterona extra, utiliza ese mismo sistema. Si se tiene mucha fibra en su dieta, su nivel de testosterona será adecuado pero no excesivo ya que el hígado encuentra la testosterona y se libra de ella. Lo mismo es para el colesterol. Habéis oído hablar de cómo la avena reduce el colesterol, sabéis de lo que estoy hablando. Bueno, así es como funciona: Comes avena, que es rica en fibra. El hígado encuentra el colesterol, lo envía por el conducto biliar y baja por allí y si la avena u otros tipos de fibras están allí lo arrastran junto con los desperdicios y tu nivel de colesterol desciende.

Por ahora esta es la teoría, ¿realmente funciona? Bueno, la respuesta es que sí funciona. Ha habido una cantidad de estudios que han analizado el efecto del cambio de dieta no sólo en las hormonas sino también en la tasa de cánceres. Y hay dos que quiero compartir con ustedes rápidamente. Uno fue en la Universidad Estatal de Nueva York, en Búfalo, EEUU. Se estudiaron mujeres que ya tenían cáncer de mama; fueron unas 900. Y lo que encontraron fue que a medida que pasó el tiempo el riesgo de morir de esta enfermedad se incrementó en un 40 por ciento por cada mil gramos de grasa que  consumieron las mujeres mensualmente.

Ahora bien, para imaginar de lo que estoy hablando, digamos que usted  está con una dieta de origen vegetal, sin productos animales, sin mucha grasa añadida. Realmente no hay mucha grasa en este tipo de dieta. Con el propósito de comparar, tomemos una dieta típica norteamericana que puede tener muchas hamburguesas de queso y salsas y papas fritas, mucha grasa en esto ¿no es verdad?  Hay una diferencia de unos  buenos 1,000 a 1,500 gramos de grasa, todos los meses, entre estas dos dietas (la vegetariana y la típica norteamericana). Esto hace una buena diferencia del 40 al 60 por ciento en si estás muerto o estás vivo en un momento determinado del camino.

Ahora bien, otro estudio llamado Estudio Nutricional de Intervención de la Mujer, el Estudio WINS, fue muy importante. Trajeron a las mujeres que tenían cáncer de mama y lo que hicieron fue pedirles que redujeran el contenido de grasa en su dieta, y las mujeres lo hicieron. Compararon a las mujeres que siguieron la dieta que recibían cerca de 30 a 33 gramos de grasa. Esto es realmente bajo. Las compararon con un grupo de control (otro grupo de mujeres), que tomaba alrededor de 51 gramos de grasa que es menor que el promedio, pero no tan bueno como las personas con la dieta  especial.

Entonces siguieron la pista a una cosa: Estas mujeres habían sido tratadas por cáncer de mama ¿lo contrajeron de nuevo o contrajeron un nuevo tipo de cáncer? Porque como podéis saber, si has sido diagnosticada de  cáncer anteriormente, cáncer de mama, probablemente tendrás no sólo una recurrencia sino también un nuevo cáncer. Y lo que encontraron fue que el seguir absolutamente esta dieta ayudó a prevenirlo; cortó el riesgo de una recurrencia o de un nuevo cáncer en un 24 por ciento. Lo mismo con el cáncer de próstata.

Los investigadores estudiaron  hombres con cáncer de próstata  cambiaron sus dietas y observaron si eso hace alguna diferencia. La respuesta es que sí. El Dr. Dean Ornish, ¿conocéis su trabajo?. Hizo estudios de investigación para mostrar que realmente puedes revertir las enfermedades del corazón. Utilizó una dieta vegetariana baja en grasa, ejercicio y reducción del estrés, razón por la cual no hizo el estudio en Washington D.C. (EE.UU.,) donde yo vivo. Y lo que encontró es que revierte la enfermedad del corazón. Y entonces puso esto en marcha para hombres que tenían cáncer de próstata y los resultados fueron sorprendentes. Noventa y tres hombres, todos ellos tenían cáncer de próstata… Como ustedes pueden saber, si usted tiene cáncer de próstata no necesariamente tiene que tener un tratamiento de inmediato.

Muchos de estos hombres son mayores, pueden a veces esperar y pasar por un análisis de sangre llamado PSA – Antígeno Prostático Específico. Si el PSA no está subiendo demasiado rápido sólo hay que esperar. Si está subiendo rápido, necesita tratamiento, ya no se puede esperar más. La mitad del grupo fue sometido a una dieta vegetariana en comparación con la otra mitad que no cambió su dieta. Y lo que encontraron fue que en los hombres con una dieta vegetariana su PSA no estaba subiendo, comenzó a disminuir; cayó más de un cuatro por ciento en el curso de esta prueba. Esto es bueno. Significa que estamos recuperando nuestra salud y no hubo una sola persona en esta parte del estudio que necesitase tratamiento. Pero en el grupo de control (el otro grupo, que no cambió su dieta tradicional) su PSA estaba creciendo; creció hasta en un seis por ciento y cuando observamos al grupo de 49 hombres en esta parte del estudio, 6 de ellos no pudieron esperar más, su cáncer avanzaba agresivamente; necesitaron tratamiento.

Y hay otra cresta en todo esto. Hay un efecto específico aparentemente de los productos lácteos. Los hombres que consumen más productos lácteos, parecen estar en un riesgo más alto de cáncer de próstata. Ahora necesitamos más investigación sobre esto, pero dos grandes estudios de (la Universidad de) Harvard han mostrado que cuando los hombres consumen muchos productos lácteos, el riesgo de cáncer de próstata es sustancialmente mayor que el de los otros hombres. Y la razón, quizá, es que los productos lácteos cambian el torrente sanguíneo de un hombre. Lo que hacen es aumentar el denominado IGF-1. No sé si habéis oído hablar de ello. IGF-1: “Factor de Crecimiento similar a la Insulina tipo 1.”  Pienso en ello un poco como en el colesterol. Ya sabéis, ¿qué tal si tomo el colesterol, una muestra de sangre  y mido el colesterol?   ¿Eso qué me dice?  ¿Me dice vas a tener un problema de corazón por el camino? No necesariamente ahora mismo, pero en diez años a partir de ahora. Si tomo una muestra de sangre y compruebo si nivel de IGF-1 “Factor de Crecimiento similar a la Insulina tipo 1”, si está más alto esto significa que tu riesgo de ciertos cánceres también es alto. Cáncer de próstata en los hombres, y de mama en las mujeres.

¿Por qué la leche hace que aumente el IGF-1? Porque es así, hace eso. Bueno, piensa en esto: ¿Cuál es l misión de la leche? ¿Para qué sirve? La misión de la leche es ayudar a un bebé ternero a crecer rápido y una vez que el ternero es suficientemente grande para pastar no hay ya necesidad de leche ¿no es verdad? Así que si la misión de la leche es hacer que las cosas crezcan, ello incluye no sólo las proteínas, no sólo las grasas, ni sólo el azúcar, es la lactosa que está en la leche que también contiene hormonas y factores de crecimiento. Y dentro del cuerpo del ternero causa la producción de más factores de crecimiento que permiten crecer a los tejidos.

Uno de estos, el IGF-1, es un estímulo muy poderoso para el crecimiento de las células cancerosas. Si mezclo IGF-1 en un tubo de ensayo con células cancerosas entonces estas ¡crecen como locas! Bueno, un hombre o una mujer que bebe tres vasos de leche al día tiene un aumento del 10 por ciento en la cantidad de IGF-1 en su torrente sanguíneo. Así que eso es muy rápido. Sucede muy, muy, rápidamente. Así que muchos investigadores ahora están diciendo: “Bueno, si no quiero que haya cosas creciendo en mi cuerpo, quizá no debería tomar alimentos que causen la producción de factores de crecimiento”

Ahora, eso no es todo lo que hay que hacer. Cuando los investigadores han observado el cáncer de colon, en la segunda parte del tracto digestivo, uno de los grandes factores que parece jugar un papel importante es el consumo de carne y especialmente cuando la carne es a la parrilla, cuando es cocinada a temperaturas muy altas.  

Hay algo en la carne a la parrilla llamado AHC. Probablemente usted nunca ha escuchado sobre esto, quiere decir aminas heterocíclicas. Y esto no se encontrará en los exámenes. Pero las aminas heterocíclicas son sustancias químicas que causan cáncer. Docenas y docenas de estudios han demostrado que entre más de estas aminas heterocíclicas estén en las comidas que usted come,  más  alto es su riesgo de tener cáncer con el tiempo.

Bueno, ¿de  dónde vienen? Usted puede ir simplemente a cualquier restaurante y si ordena pollo a la parrilla, sándwich de pollo asado, ensalada de pollo asado, lo que sea, tome ese pollo asado que tiene marcadas unas lindas y pequeñas líneas de la rejilla (de la parrilla) en él y envíelo a un laboratorio. Le dirán que hay AHC en él. Aminas heterocíclicas. Estos son cancerígenos. Y se originan al calentar la carne a alta, alta temperatura.

Dentro de la carne hay algo llamado creatina, hay otros aminoácidos, hay azúcares y hay grasas naturales en ella. Cuando la carne es calentada (cocida) a alta temperatura y se mantiene allí por bastante rato para cocinarla, ahí es cuando se forman los cancerígenos. Y, lamentablemente, la gente que está tratando de estar sana, no quiere comer pollo frito, entonces está comiendo todo el pollo asado y los cancerígenos están allí.

Los estadounidenses ahora comemos, créalo o no, un millón de pollos por hora. Y estamos obteniendo una buena cantidad de estos cancerígenos. Si tengo una hamburguesa y la aso ¿qué sucede? Bueno, es probable que se formen los cancerígenos. Si tengo pechuga de pollo y la aso, pasa lo mismo; los cancerígenos es probable que se formen porque es músculo animal caliente. ¿Qué pasa si tomo una hamburguesa vegana y la aso? ¿Qué pasa? Se calienta. De eso se trata; la hamburguesa vegetariana no es un músculo animal, entonces estos cancerígenos no es factible que se formen.

Ahora bien, es importante decir que no toda la comida es mala para ustedes. Hay muchas cosas que son buenas para ustedes. ¿Conocen sobre el beta caroteno? ¿De qué color es el beta caroteno? Anaranjado. ¿Y dónde lo encontramos? En las zanahorias. En zanahorias, melones, calabazas, bien, seguro. Es un color anaranjado que está allí para proteger a la planta. La protege contra los radicales libres. Los radicales libres son sustancias químicas que pueden conducir al cáncer. También lo protegen  a usted. Y su primo se llama licopeno. El licopeno está en los tomates. Está en otras plantas rojas y es un antioxidante aún más potente, aún más que el beta caroteno.

Entonces ¿cómo se traduce todo esto en algo que yo voy a comer verdaderamente? Bueno, me gusta usar algo  llamado los “nuevos cuatro grupos de comida”, los cuales significan: granos integrales, vegetales, frutas y el grupo de los frijoles. O puede llamarle el grupo de las legumbres, frijoles, arvejas y lentejas. Entonces esos son nuestros ingredientes y en nuestro plato se puede comenzar con un tazón de avena en la mañana, póngale encima canela y pasas o tal vez medio melón. Unas tostadas de centeno, quite la mantequilla.

Ahora, para el almuerzo, digamos que estoy en un restaurante de comida rápida. No tome el grasoso taco chorreando queso; en cambio tome el burrito de frijol o algo parecido. En lugar de la hamburguesa, tome una hamburguesa vegana. Consuma muchos vegetales. Y en la cena, digamos que salimos a un lugar italiano, no ponga una salsa de carne en su pasta y no ordene la Alfredo. Pero digamos que pide la pasta con mucha salsa marinara y todos los doctores brincarán y aplaudirán todo ese licopeno en su cena, y ponga vegetales como acompañamiento. Así que esto no es sufrimiento sino con seguridad ¡un estilo sano! Y si lo hace todos los días ¿qué sucede?

Los vegetarianos tienen casi un 40 por ciento menos de riesgo de cáncer que todos los demás. Esos son los vegetarianos descuidados, los vegetarianos que comen papas fritas. Si quita las papas fritas y verdaderamente incorpora comidas altas en fibra y muchos vegetales y frutas, puede hacerlo mejor que eso. Pero espere, verdaderamente hay más.

Su nivel de colesterol baja. Cuando la gente hace este tipo de dieta pierde peso, un promedio de casi medio kilo por semana, y no se ponga nervioso si ya está en su peso normal; no seguirá perdiendo, no saldrá volando, pero si tiene peso que perder, generalmente lo pierde. Enfermedades del corazón, si tienen bloqueadas las arterias, realmente tiende a revertirse. Las arterias en realidad comienzan a abrirse. Sus niveles de energía también se mejoran. La  digestión mejora. Si tiene diabetes, los azúcares en la sangre disminuyen. Si tiene presión alta, tiende a bajar. Y a veces la gente encuentra que si tiene un poquito de artritis, ésta mejora. Si tiene migraña, éstas mejoran también. ¿Por qué es eso? Esto no sucede en todos los casos, pero sucede a veces. Y yo pienso que es porque existen ciertos alimentos que suelen disparar estas cosas, y alejarse de ellos le permite al cuerpo comenzar a sanarse.

Así que permítanme motivarlos para que todos sean parte de este equipo. Estamos aprendiendo mucho y lo estamos difundiendo a todos nuestros seres queridos. La gente en todo el mundo está probando esta rutina, poniéndola a funcionar y me gusta ser parte de esto. Si usted está pensando “Bueno, Voy a hacer la prueba. Voy a intentarlo” aquí está lo que le sugiero que haga. De manera preliminar, pruebe algunas recetas nuevas, no haga compromisos a largo plazo; sólo haga el intento y vea lo que le gusta y, cuando esté listo, haga un período de tres semanas y durante esas tres semanas hágalo al 100 por ciento. Salte de cabeza primero, haga de cada comida, durante tres semanas, una comida realmente saludable. ¿Por qué digo eso? Porque usted sabe que es cierto.

Si tiene una comida sana el lunes y otra comida sana digamos el jueves y quizá otra al miércoles siguiente ¿verá algún beneficio de esto? No. ¿Y cambiarán sus gustos? No. Pero digamos que lo haga en cada comida, cada día, aún por un corto período, usted encontrará que sus gustos cambian. Su cuerpo se siente diferente. La mayoría de la gente pasa toda su vida sin ni siquiera estar una semana en la dieta para la que su cuerpo verdaderamente fue diseñado y esta es la oportunidad de hacerlo realmente. Entonces hágalo, y si quiere puede probar estas comidas de transición. Estoy sugiriendo que se aleje de la carne. Entonces si quiere una hamburguesa vegana y salchichas veganas en la transición, en su camino hacia las comidas más simples, adelante. Entonces hemos cubierto lo básico, espero que estén de acuerdo en que la nutrición es realmente una fuerza  poderosa para la salud. Bueno, creo que captaron la idea. Gracias.